Por fortuna, hace mucho tiempo que el jefe autoritario y que no escucha a sus empleados ha desaparecido. En la actualidad se tienen en cuenta otros factores y se busca conectar con los trabajadores para que desarrollen mejor su labor. Nadie duda que un buen ambiente contribuye a que aumente la productividad de cualquier compañía. Es innegable que en ocasiones habrá que corregir algunos comportamientos. Por eso, desde CUNI queremos mostrarte cómo aplicar el feedback emocional en estas situaciones.
¿Qué es el feedback emocional?
El feedback emocional consiste en evaluar a los trabajadores teniendo en cuenta sus emociones y con el objetivo de corregir ciertas actitudes, pero siempre desde un punto de vista positiva e intentando potenciar el talento de quien recibe los comentarios.
Aunque puede parecer lo mismo que una crítica, lo cierto es que este último término tiene una connotación negativa que no tiene nada que ver con el feedback emocional. Además, debe cumplir con estos tres puntos:
- Se realiza la evaluación siempre basándose en hechos objetivos.
- Se necesita saber cómo dar este tipo de feedback.
- Si quieres que alguien mejore en su trabajo tienes que decirle que lo haga y cómo hacerlo.
A la hora de tratar con los empleados, la persona responsable de Recursos Humanos tiene que conocer a cada uno de ellos. Debe saber en qué áreas necesitan mejorar, pero también lo que están haciendo bien. Los expertos hablan de cuatro situaciones diferentes a las que se pueden enfrentar al aplicar el feedback emocional.
¿Cómo puedes aplicar en tu empresa el feedback emocional?
Dicen los expertos que al aplicar el feedback emocional puedes encontrarte con cuatro tipos de trabajadores. No definimos tanto su personalidad en sí, como el rol que han adquirido en la empresa.
Es cierto que todo es relativo y que no todas las personalidades encajarán al 100 % con estas descripciones, pero seguro que te resultan muy útiles:
- El que es la superestrella del equipo. Son los líderes de la plantilla, merecen un ascenso que no es posible en este momento. Para que no se vayan a otra empresa hay que mostrar que son apreciados y elogiar algunos comportamientos concretos. Además, se les debe poner alicientes que les hagan sentir más útiles.
- El que está en declive. Desaprovecha sus habilidades y parece que va cometiendo más errores de los esperados. Hay que hacerle ver esta situación con tacto y dejar que se exprese. Después, proponer diferentes soluciones para que recupere la motivación. Además, es importante que vea que tiene que hacerlo para continuar siendo un trabajador válido y que no tienes dudas de que puede conseguirlo.
- El que se ha estancado. Sigue igual que el primer día. Por eso, será necesario proponerle nuevos retos. Sin embargo, antes hay que conocer si está desmotivado y por qué. A partir de ahí se podrá establecer una ruta que le ayude a crecer en la empresa. Es imprescindible que encuentre la motivación necesaria para ofrecer su mejor versión.
- El que tiene más experiencia. Es el trabajador que lleva años en la empresa, incluso más que tú como responsable de Recursos Humanos. Tiene mucho conocimiento sobre todos los procesos y no es fácil que acepte las órdenes. Una forma de mejorar la situación es pedirle consejo y hacerle ver que tiene un puesto importante para la compañía. Es necesario aprovechar su experiencia. También tratar de que encuentre nuevos alicientes y pueda seguir creciendo.
Un consejo final a la hora de aplicar el feedback emocional es que intentes ponerte en el papel de tu empleado. Comenta que en algún momento te has sentido así. De esta forma, será más fácil empatizar. Desde Cuni & Asociados esperamos que lo consigas.
